Análisis de un PEC

Proyecto educativo de un centro de mi interés.

Procediendo toda mi vida del sistema público y entendiendo que su contraposición, al menos en Canarias, el concertado, he decidido acogerme al Proyecto educativo de un colegio católico para contraponerlo con los conocimientos que tengo de la escuela laica. De manera que he seleccionado el Colegio María Auxiliadora de Las Palmas de Gran Canaria, uno de los pocos centros que existen de este estilo en la Isla y que conozco porque en él estudiaron mis primas. 

Tras hacer una búsqueda específica de los proyectos educativos de los centros educativos concertados, no solo el seleccionado, sino de otros como por ejemplo el de La Salle de Valladolid, uno se puede llegar a dar cuenta, y desconozco completamente por qué, que todos estos centro católicos redirigen su proyecto educativo a la propuesta educativa de la red de escuelas que siguen los mismos preceptos. En el caso del María Auxiliadora, se redirige a la propuesta educativa de las escuelas salesianas. De manera que se enfrenta a la educación, al parecer, de una manera conjunta y homogénea, sin entender las particularidades específicas de cada centro. En tal caso, supuestamente, cada centro tiene su propio plan en cada centro y hay que, según se indica en la web, “solicitarlo en la secretaría” del mismo. De manera que nos encontramos con ciertas trabas en lo referido a la transparencia de estos tipos de centros.

El proyecto salesiano se divide en su documento y exposición en dos apartados “qué ofrecemos” y “cómo educamos”. En el primer punto se hace referencia a sus fundamentos humanistas y de perspectiva cristiana. Entienden el desarrollo personal a partir de la aceptación de la realidad física y emocional y la apertura del diálogo con Dios; apuestan por una visión comunitaria de la persona, y creen en el poder de vocación por el que todos podemos aportar algo valioso a la creación. Además se recalca en que quieren formar a la persona en el conocimiento de la fe cristiana, teniendo la experiencia de diálogo “con el Dios de Jesús de Nazaret”. 

El segundo punto se centra en definir el estilo educativo salesiano. Desde el primer punto se toman los referente de Don Bosco y de Madre Mazzarello, teniendo en cuenta una triple faceta, de un “Sistema Preventivo”, racional, religiosa y emocional. En él se parte desde un ambiente positivo que desarrolle en última instancia “el gusto por lo bueno”,así como propuestas de compromiso misionero y hacer de los alumnos “honrados ciudadanos y buenos cristianos”.

Además se centran en el protagonismo del alumnado, un ambiente que educa, un enfoque pedagógico siempre actualizado, una escuela a tiempo completo y conectada con el entorno, el diálogo entre fe-cultura-vida, la preparación para el mundo del trabajo.

En mi centro existía la educación de religión pero en ningún caso existía una vocación por abrirnos al diálogo con Dios, sino de hacernos entender la religión desde un punto de vista más bien alejado, entendiendo que éramos casi desconocedores de él. No era un factor transversal desde el que se contemplaba todo el sistema educativo ni mucho menos. Cuando los alumnos del centro concertado de Telde llegaban en bachillerato al nuestro, ellos mismos reconocían vivir en una burbuja de sobreprotección y la gran mayoría se encontraban completamente desencantados con el modelo del que procedían. 

¿Cuál es entonces el problema aquí? ¿Existe cierta desconexión entre el mundo que ellos creen que les preparan con el que realmente existe?¿Es capaz algún tipo de colegio de prepararnos para el mundo al que nos tendremos que enfrentar cuando seamos adultos? No lo sé. 


A su vez, creo que tenemos bastante que aprender sobre las teorías de Don Bosco y su Sistema Preventivo.

San Juan Bosco, un pionero del acompañamiento social


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